Detección tardía
El personal responsable de la conducción de trenes, tiene gran dificultad para detectar el instante en que se produce el descarrilamiento del primer bogie y consideran que, si pudieran reaccionar con rapidez, la mayor parte de los descarrilamientos graves quedarían reducidos a simples incidentes.
Cuando no existe la percepción del mencionado instante, la velocidad del tren se mantiene inalterable. El riesgo de que el descarrilamiento se propague a otros vagones crece proporcionalmente al tiempo que se tarde en detectar el fenómeno y, posteriormente, detener el convoy. De hecho, en ocasiones sobrevienen descarrilamientos de múltiples vagones, con daños económicos elevados.
La necesidad de reducir costos de explotación con mejor aprovechamiento de los medios disponibles, obliga con frecuencia a formaciones de trenes con varias locomotoras para tracción, alargando la longitud de los mismos considerablemente. En estas circunstancias, cuando un eje se sale de las vías, la reacción que provoca en la composición es todavía más difícil de percibir por los maquinistas, lo que ocasiona la circulación del tren con el vagón descarrilado largas distancias.
El Sistema 3D&FAT, al detectar de forma inmediata la mayor parte de los descarrilamientos, es la herramienta perfecta que previene los grandes desastres de este tipo de accidentes ferroviarios.